POEMAS IBÉRICOS (16) MARÍA JOSE COLLADO
María José Collado Romero, Jerez de la Frontera
(Cádiz). A sua infância foi passada
entre Sevilha e Essen (Alemanha). Passou a adolescência e o início da juventude
em Madrid. Actualmente vive em Sevilha e escreve poesia, narrativas e
micro-narrativas. Os seus poemas foram publicados em várias revistas
literárias e blogues. Está
incluída na Fonoteca de poesía. É autora de 2 plaquetas (Tapiz de agua e Centinelas
del frío), 6 colectâneas de poemas (La
luna en el laberinto (1987), Arde la
luna bajo el cobre lunar (1992), Bruñidas
sombras (2012), Aún la lumbre
(2014), Pájaros de cristal (2015) e La sombra del helecho (2022). Uma antologia pessoal intitulada En
el iris el tiempo (2021). Foi galardoada com os seguintes prémios:
Premio de
Poesía del IV Certamen Internacional Traspasando Fronteras, Universidad de
Almería 2010. 2º Premio del III Certamen de Poesía Erótica Galería-Taberna
Ánima 2015. Mención de Honor en el II Premio Internacional “Letras de
Iberoamérica 2018”. Premio de Poesía del IV Certamen Gertrudis Gómez de
Avellaneda 2019 y Premio I Certamen Andaluz de Poesía Alpujarra 2021.
Arde la vida bajo el cobre lunar Un trueno
caprichoso hizo
zozobrar sueños. Apenas roto
el hechizo -inacabado
el cuento-. Ahora que
sólo el recuerdo se agolpa
como lluvia en los
cristales; arde la vida
bajo el cobre lunar, en las redes
oceánicas de Cáncer. Sepultar la
memoria en la arena
-es inútil- es como
cavar fosas para el aire. |
A vida flameja
sob o cobre lunar Um trovão caprichoso faz os sonhos naufragar. Logo o feitiço quebrado -o conto por terminar-. Agora que apenas a memória se amontoa como a chuva sobre os vidros; a vida flameja sob o cobre lunar, nas redes oceânicas de Câncer. Enterrar a memória na areia - é inútil- é como cavar buracos para o ar. |
***
Desde el pescante de la tarde contemplamos ese rubor del cielo en tonos malva en contraste con la campiña, los alcores. Fogonazos amarillos sobre la cal antes de que Helios se oculte tras los cerros y en las albercas tiemblen las estrellas. Bajan en peregrinaje desigual bestias y amantes a calmar su sed en las aguas rotundas de las sombras. El pulso de las luces en desmayo hilvana la penumbra lentamente. Azulean los cuerpos en el tul de los sueños, las veletas traen viento de levante, cruzan ante la luna las lechuzas. Retornamos al pueblo de la mano, es frío el plenilunio, llegan nubes que inquietan a los perros amarrados. El rocío, membrana transparente, para cubrir las cosas de misterio. Ya cabalga por el este la aurora. |
Do assento dianteiro da tarde
contemplamos aquele rubor do céu em tons
de malva em contraste com a campina,
os sesmos. Relampejos de luz amarela
sobre a cal antes que Hélio se esconda
atrás dos montes e nos tanques estremeçam as
estrelas. Descem em peregrinação
desigual animais e amantes para a sua
sede saciar nas águas redondas das
sombras. O palpitar das luzes
desmaiadas alinhava lentamente a
escuridão. Azuleiam-se os corpos no tule
dos sonhos, Trazem os cata-ventos o vento
leste, Atravessam as corujas em
frente à lua. Regressamos à aldeia de mãos
dadas, É fria a lua cheia, chegam as
nuvens perturbando os cães atados. O orvalho, película
transparente para cobrir as coisas de
mistério. Já a aurora cavalga de
nascente. |
***
Jardín Trenzada
con la pérgola una parra crea
celosías de intimidad, un
ámbito de sombra y brisa. Altar
pagano, mesa, rueda de molino, donde
libar el zumo de las uvas o
trazar con el lápiz unas líneas, de
fondo un canto de cigarras. Las
estatuas recorren en silencio el
diapasón del día, pura magia cuando
llega el ocaso y
hablan con la voz de la memoria. Hay un
acuerdo tácito con pájaros para
sembrar de vida los alcorques, de
regreso se llevan unas migas, algún
insecto a sus nidos. Seguro
que de noche acuden grillos con su
cri cri de sombra junto al agua y
ánimas de largas vestimentas barren
la hojarasca con su ruedo. En un
triángulo de chapa el tren es sólo
alegoría de nuestro paso por el
tirabuzón de humo que nos lleva por dos
monedas de plata hasta Caronte. Serán
las aguas turbias del destino, sus
remos sin memoria los que
nos depositen en esa
franja oscura del olvido. |
Jardim Entrelaçada com a
pérgula, uma parreira cria persianas de
intimidade, envolvência de
sombra e de aragem. Altar pagão,
mesa, roda de moinho, onde beber o sumo
das uvas ou desenhar com
um lápis uma linhas, por fundo, um
canto de cigarras. As estátuas
percorrem em silêncio o diapasão do dia,
pura magia quando o sol se
põe e falam com a voz
da memória. Há um acordo
tácito com os pássaros para semear de
vida as caldeiras, no seu regresso
carregam algumas migalhas, alguns insectos
para os seus ninhos. Por certo que à
noite os grilos virão com o seu cri cri
de sombra à beira de água e as almas de
túnicas compridas varrem a
folharasca com a sua roda. Num triângulo de
chapa, o comboio é apenas uma
alegoria da nossa passagem pelo saca-rolhas
de fumo que nos leva por duas moedas
de prata até Caronte. Serão as águas
turvas do destino, os seus remos sem
memória que nos porão nessa franja
negrida do olvido. |
(Inédito,
2023)
Traducción de Manuel Neto dos Santos,
Octubre, 2023
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