POEMAS IBÉRICOS (38) POEMAS INÉDITOS DE JORGE VELHOTE

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Jorge Velhote, Oporto, Mayo 1954.

Ha publicado, desde 1976, poesía y textos en antologías, revistas, albums, catálogos de pintura y fotografía, en Portugal, España, Francia, Italia, Turquía, Brasil, Argentina, México, Uruguay, Colombia, Estados Unidos, Cabo Verde, Holanda.

Y los libros: Atrito de Gotas (co-autoria), 1982, Os Sinais Próximos da Certeza, 1983, Hermeneutical Studies, 1985, Os Mapas Sem Fronteiras Sufocam Os Lugares, 2004, Máquina de Relâmpagos, 2005; Pele, 2010; Narrativa da Foz Do Douro, 2013; Luz Plural (co-autoria), 2015; Coisas Mínimas & Outras Coisas (livro e exposição de fotografia), 2017; Âmago, 2018; O Invisível Interminável, 2018; Cadáver Esquisito (co-autoria), 2021.

 

            Dezembro 2023

 

A ORDEM DO PROFANO

 

1.

Atravessou todo o tempo sem se deter.

Obscuro como as nuvens sem cansaço.

Nunca falámos apesar de saber

que podíamos trocar algumas ideias

sobre os versos que ambos líamos.

Era incansável a sua persistência nocturna

a perscrutar em velhos livros

o tamanho da solidão.

Dizia-se que escutava o rigor

do esquecimento que convoca

os ossos dos maxilares à rendição.

Até que um dia deixei de o ver

nas sombras onde não cabia.

Era um poeta perdido

a ferver na tristeza do amor.

Uma ferida eterna que em livros

amortalhava.

 

LA ORDEN DE LO PROFANO

 

1.

Atravesó el tiempo sin detenerse.

Oscuro como las nubes sin cansancio.

Nunca hablamos a pesar de saber

que podríamos intercambiar algunas ideas

sobre los versos que ambos leíamos.

Su persistencia nocturna era incansable

escudriñando en libros viejos

el tamaño de la soledad.

Se decía que escuchaba el rigor

del olvido que convoca

a los huesos de la mandíbula a rendirse.

Hasta que un día dejé de verle

en las sombras donde no cabía.

Era un poeta perdido

hirviendo en la tristeza del amor.

Una herida eterna que amortajaba

en los libros.

 

 

2.

Ignoro se a tormenta da luz deixa

vestígios na sua sagração.

Tomemos como exemplo a sombra

que vagueia incólume sobre a cal.

Para durar basta que a observes

como se ressuscitasses das trevas.

No teu olhar sobrará uma cicatriz

comovida que julgas derradeira.

Sabes que os mortos recolhem

pontos cardeais para na escuridão

vaguearem. Como os vivos observam

rosas-dos-ventos nos caminhos

que devoram atónitos

como se luz não houvesse.

E sabes tudo isso filtrado pelo que vês

ou no reflexo de um espelho

onde a morte revela o seu rosto.

Mas como pastor de silêncios

e vendavais nada reclames.

Talvez apenas o calor breve

de uns versos.

 

2.

No sé si la tormenta de luz deja

huellas en su sacralidad.

Tomemos, por ejemplo, la sombra

que vaga indemne sobre la cal.

Para perdurar es suficiente observarla

como si hubieras resucitado de la oscuridad.

En tu mirada sobrará una cicatriz

conmovida que crees definitiva.

Sabes que los muertos recogen

puntos cardinales para vagar

en la oscuridad. Así como los vivos observan rosas de los vientos en los caminos

que devoran asombrados

como si no hubiese luz.

Y todo esto lo sabes filtrado por lo que ves

o en el reflejo de un espejo

donde la muerte revela su rostro.

Pero como pastor de silencios

y vendavales, nada reclames.

Quizás sólo el breve calor

de unos versos.

 


                      OS REMOS DO SILÊNCIO    /      LOS REMOS DEL SILENCIO

1.

O que sabemos do tempo se o soubéssemos?

O que é o acaso se agora viesses em pensamento

um instante que fosse soletrar entre a morte

o obstinado amor? Entre a voz que arde

no bosque onde te invento espantado

frase a frase e o frio que me sucumbe

a devolver os joelhos à terra.

Nessa embriaguez arde a penumbra

os seus espasmos intermitentes. E nesse rasto

melancólico devolve o mar o teu rosto copioso.

E a noite fulgura intempestiva a circunstância

dos versos inacabados e o remorso de perder-te

no acaso da memória todas as vezes.

O que sabemos do tempo e das cicatrizes

onde se adormece de febre com a cabeça

entre os ninhos? Onde irrompem corpo

a corpo sem fim os espelhos pela manhã?

Entre as romãs e as cerejas quem parte

em seus navios de ninguém aqui chegados

como as aves colhendo o vento?

Haverá sempre a morte a deixar um arrepio

em parte incerta. Uma passagem onde

perdermos o caminho se devêssemos

vigiar a noite à solta entre as mãos.

E nessa revisitação a transparecer

a minha boca demora para morrer.

 

 

1.

¿Qué sabemos del tiempo si lo supiéramos?

¿Qué es el azar si ahora pensases en ello

un instante que descifraría la muerte o el amor obstinado?  Entre la voz que arde

en el bosque donde te invento asombrado

frase a frase y el frío que me sucumbe

devolviendo mis rodillas a la tierra.

En esta embriaguez la penumbra quema

sus espasmos intermitentes. Y en este rastro

melancólico el mar devuelve tu rostro copioso.

Y la noche brilla con la circunstancia intempestiva

de versos inacabados y el remordimiento de perderte

cada vez al albur del recuerdo.

¿Qué sabemos del tiempo y de las cicatrices

donde con la cabeza entre nidos febrilmente adormeces? ¿Dónde cuerpo tras cuerpo estallan interminables los espejos por la mañana?

Entre granadas y cerezas, ¿quién se va

en sus barcos sin dueño, que llegaron aquí

como pájaros que recogen el viento?

La muerte siempre dejará un escalofrío

en un lugar incierto. Un pasaje donde

perder el rumbo si tuviéramos

que vigilar la noche entre nuestras manos.

Y en esa nueva visita evanescente

mi boca tarda en morir.

 

 

 

2.

A luz é um presságio invisível entre palavras

e nesse abismo misericordioso

enlouquece a serenidade.

Nessa vertigem e embriaguez

apenas o rosto em errância tange o ar.

Assim ardem as sombras e flutuam as veias.

São rastos inatingíveis que o pensamento

agudiza em salvação e assombro.

Ignoro quem anuncia a morte ou faz naufragar

os corpos entre as lâmpadas da realidade.

O que procura alcança o infinito e desaba

coalhando a noite com palavras.

Eu sei quem na escuridão flagela até à medula

o desacerto do mundo a matéria do tempo

o que é longínquo e tortura a garganta calcinada.

É tudo anterior à eternidade o que a luz dilui

a esgotar-se predestinado na memória.

É sem crepúsculo tristemente a claridade

que anuncia um caminho sem descanso.

E nessa perdida fadiga sem âncora ou estrelas

são ínvios os caminhos onde medir a morte.

Há um deus para a loucura divina ou um quarto

onde chorar diante da revelação do seu olhar.

E onde pousar a mão.

 

2.

La luz es un presagio invisible entre las palabras

y en ese abismo misericordioso

la serenidad enloquece.

En este vértigo y embriaguez

sólo el rostro errante toca el aire.

Así las sombras arden y las venas flotan.

Son senderos inalcanzables que el pensamiento

agrava en salvación y asombro.

Ignoro quien anuncia la muerte o hace naufragar los cuerpos entre las lámparas de la realidad.

El que busca alcanza el infinito y se derrumba

cuajando la noche de palabras.

Sé quién azota en la oscuridad, hasta la médula

la maldad del mundo la materia del tiempo

lo que es lejano y tortura la garganta calcinada.

Todo lo anterior a la eternidad es lo que la luz diluye

para agotarse predestinado en la memoria.

Sin crepúsculo, tristemente, la claridad

anuncia un camino sin descanso.

Y en esta fatiga perdida sin ancla ni estrellas

los senderos por los que medir la muerte son escarpados.

Hay un dios para la locura divina o una habitación

donde llorar ante la revelación de su mirada.

Y donde posar la mano.

 

© jv, 2024                                                                            © Traducción al español por SAL, março 24                                       

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