POEMAS IBÉRICOS (52) TRES POEMAS DE FERNANDO FITAS

 DESCARGAR


Fernando Fitas (Campo Maior) 1957, periodista y poeta con fuerte arraigo familiar en Elvas; trabajó en varios periódicos de ámbito nacional como O Século24Horas e Tal & Qual. Fundador y director - durante siete años – del quincenal Outra Banda y jefe de redacción de Noticias de Almada (entre 2005 e 2011) y su labor periodista se extiende por toda Portugal en radios y otros periódicos. Ha sido galardonado con varios premios literarios, entre ellos, el Premio Agostinho Neto (União de Sindicatos do Porto/CGPT), 1999); Prémio de Poesía Cidade de Moura (1999), Prémio Literário Raul de Carvalho (2000); Prémio de Poesia e Ficção de Almada (2003 e 2014), Prémio de Poesia Cidade Ourense (Galiza), 2017. También ganó los Premios de poesía Tito Olívio, 2019, Manuel Maria Barbosa du Bocage, 2020, Prémio Internacional de Poesia António Salvado (2021), Prémio de Poesia Joaquim Pessoa (2022) e Prémio Literário Carlos Carranca (2022). Algunas de sus obras poéticas están traducidas al castellano, mirandés e italiano. Su obra poética es extensa habiendo publicado más de 20 títulos, entre los que destacamos los últimos: “Alforge de Heranças”; “Escrevo Um Verso na Água”; “Subversiva Liturgia das Mãos”, “Olhar o assombro no êxtase da luz” “O vidro desabitado”, “Elegia dos Pássaros”, “Um corpo sob o pó” e ” A clandestina idade dos pequenos segredos”. Compañero de cantaores de la resistencia, José AfonsoFrancisco Fanhais e Vitorino, entre otros, na Cooperativa Cultural Era Nova, tiene poemas cantados por algunos intérpretes de la  canción portuguesa, como Chiquita e Luísa Basto.


A minha pátria é a minha língua”, escreveu Pessoa.

Eis, pois, uma coisa em que claramente divergimos.

Ele tinha língua, eu não tenho pátria.

Do meu país tenho apenas uma visão sombria,

na qual persiste ainda a penumbra e a ausência,

de mãos dadas, por vezes, com a falta de chuva,

e uma espécie de alento, avesso e inaudível

que quase não se exprime que quase nem se sente.

É, assim, a mistura de um olhar que perscruta a indigência cúmplice

que a si mesma se tece e em si mesmo se ilude,

como um tecido espesso suturado somente pelo esplendoroso

tactear do silêncio, pela antiquíssima afasia da névoa,

essa fotografia onde secretamente permanece a paisagem

que exibe o labirinto dobado pelo espanto.

 

 

Inédito, 2024

 

 

 

"Mi patria es mi lengua", escribió Pessoa.

He aquí una cosa en la que diferimos claramente.

Él tenía una lengua, yo no tengo patria.

Sólo tengo una visión sombría de mi país,

en la que la oscuridad y la ausencia aún persisten,

a veces de la mano, a veces por la falta de lluvia,

y una especie de aliento, adverso e inaudible

que casi ni se expresa ni se siente.

Es pues la mezcla de una mirada que escruta la indigencia cómplice

que se teje y se engaña a sí misma

como un tejido espeso suturado sólo por el esplendoroso

palpar del silencio, por la inveterada afasia de la bruma,

esa fotografía donde el paisaje permanece secretamente

y exhibe el laberinto ovillado por el espanto.

 

Traducción de SAL

 

 


 

Marinaleda ou celebração da utopia

 

Marinaleda é uma flor no meio da planície plantada

pelas mãos dos camponeses

que  souberam

ser mais urgente a água do que névoa.

 

Utopia será também seu nome,

quando colhe alcachofras e se acende

como um farol que aponta outras chegadas,

a quantos caminhantes se internaram

no resgate de sonhos e ousadias

de uma terra andaluza, inconformada.

 

Aqui me cubro inteiro de esperança

tocando o úbere fruto da semente

que suculento aporta a alquimia

de quem soube intentar incitar ventos,

domar os riose erguer o velo aceso da mudança

que antigos camponeses perseguiam.

 

Reconquistada a água veio o tempo

de fecundar os longes que aguardavam

a festa pressentida e afirmada

em cada punho de trigo fecundado.

 

 

    E mais do que um aceno ou golpe de asa,

uma visão difusa e deslocada,

Marinaleda existe, vive e permanece

nos trilhos que traçou em chão lavrado.

 

E nesse sortilégio feito abraço,

que me envolve e desnuda e me contenta,

ouso apenas pedir-lhe que me deixe

juntar todo esse flamenco que habita sua voz

às sílabas festivas de meu canto.

 

 

In “Levar às mãos o lume”

Edição Lema d’Origem 2024

 

 

 


 

Marinaleda o la celebración de la utopía
 
Marinaleda es una flor plantada en medio de la llanura
por manos de campesinos
que sabían
que el agua es más urgente que la niebla.
 
Utopía será también su nombre
cuando coseche alcachofas y se ilumine
como un faro que señala otras llegadas,
a cuantos caminantes viajaron
a rescatar sueños y osadías
de una tierra andaluza inconformista.
 
Aquí me cubro enteramente de esperanza
tocando la ubre fruto de la semilla
que trae la alquimia suculenta
de quien supo intentar incitar los vientos
domar los ríos y levantar la vela ardiente del cambio
que perseguían los viejos campesinos.
 
Una vez reconquistada el agua vino el tiempo
para fecundar las distancias que aguardaban
la fiesta presentida y afirmada
en cada puñado de trigo fértil.
 
Y más que un gesto o un golpe de ala,
una visión difusa y desplazada,
Marinaleda existe, vive y permanece
en los caminos que ha trazado en la tierra arada.
 
Y en esta sortilegio hecho abrazo
que me envuelve, me desnuda y me contenta,
sólo me atrevo a pedirle que me deje
añadir todo ese flamenco que habita en su voz
a las sílabas festivas de mi canción.
 
 
En "Llevar el fuego a las manos"
Edición Lema d'Origem 2024
 
 
 
 
 
De Guernica a Badajoz
 
Soubemos de Guernica pelo som das explosões
assim que as naves de aço despejaram ogivas sobre as casas,
fragmentando sonhos e decepando vidas.
E pouco mais pudemos do que lamentarmo-nos do imponente frio
que se abatera, então, sobre as nossas cabeças,
deixando-nos, inclemente, o fel da impotência.
 
Não eram cinco da tarde. Mas um tempo de fogo,
e um lugar tão sem tempo,
que os relógios não sabiam ainda decifrar.
Tivemos assim a certeza de que os únicos elementos de medição
se limitavam ao irregular diâmetro das crateras
e ao súbito fascínio em destruir a esperança
de quem, por suas mãos, ousou, tão-só, tecer
um casulo de afecto e liberdade.
 
Por isso, guardámos o pavor instalado nos olhos das crianças,
quando a guarda investiu pelos quintais da vila
para rasgar silêncios - solidariamente cúmplices - e intimar as mães
a entrar na viagem de uma estação apenas.
 
Badajoz estava ali à mercê de um olhar,
como se a frincha da nossa porta,
(por onde todas as manhãs o dia se levanta),
subitamente ganhasse a dimensão de uma janela
e dela vislumbrássemos o outro lado da fronteira,
divisando um cortejo de medo e sobressaltos
como lâminas de angústia
tatuando na pele cicatrizes de espanto.
 
Não ouvimos os tiros, bem sabemos.
Somente perscrutámos
uma espécie de elevando-se do cano das espingardas.
Mas retivemos o som, cavo, medonho, perene
de quantos corpos tombaram na arena,
para não nos esquecermos daqueles que enfrentando
a vertigem das balas, empunhando palavras de amizade
e esperança, permanecem de pé e celebram a vida.
 
in “levar às mãos o lume”
edição Lema d’Origem 2024
 
 
 
 
 
De Guernica a Badajoz
 
Supimos de Guernica por el sonido de las explosiones
mientras los barcos de acero lanzaban ojivas contra las casas
destrozando sueños y segando vidas.
Y poco pudimos hacer más que lamentar el frío imponente
Que se abatía, entonces, sobre nuestras cabezas
dejándonos inclementes con la hiel de la impotencia.
 
No eran las cinco de la tarde. Sino una hora de fuego,
y un lugar sin tiempo,
que los relojes aún no podían descifrar.
Estábamos entonces seguros de que los únicos elementos de medida
se limitaban al diámetro irregular de los cráteres
y a la repentina fascinación por destruir la esperanza
de quienes, con sus propias manos, se habían atrevido a tejer
un capullo de afecto y libertad.
 
Por eso mantuvimos el pavor en los ojos de los niños,
cuando la guardia civil irrumpió en los patios del pueblo
para romper silencios -en solidaridad cómplice- y convocar a las madres
para unirse al viaje de una sola estación.
 
Badajoz estaba allí a merced de una mirada,
como si fuera la rendija de nuestra puerta,
(por donde asoma el día cada mañana),
de repente tomó el tamaño de una ventana
y desde ella vislumbramos el otro lado de la frontera,
divisando un cortejo de miedo y conmoción
como cuchillas de angustia
tatuando cicatrices de asombro en la piel.
 
No oímos los tiros, lo sabemos.
Sólo escudriñamos
una especie de elevación del cañón de los fusiles.
Pero retuvimos el sonido, hueco, espantoso, perenne
de cuántos cuerpos cayeron en la arena,
para no olvidar a los que, enfrentados
al vértigo de las balas, esgrimiendo palabras de amistad
y esperanza, permanecen en pie y celebran la vida.
 
en "llevar el fuego a las manos"
Edición Lema d'Origem 2024
 
Traducción de SAL, mayo, 24



Comentarios

Entradas populares de este blog

POEMAS IBÉRICOS (83) DOS POEMAS DE MARIA CARVAJAL

POEMAS IBÉRICOS (81) TRES POEMAS DE CONCHA ORTEGA

POEMAS IBÉRICOS (79) TRES POEMAS INÉDITO DE FERNANDO ESTEVES PINTO